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Según los transportistas, los camiones, desde hace varias semanas, deben esperar una media de más de tres horas para acceder a la terminal. En ese sentido, desde la organización advierten que las medidas acordadas el pasado día 23 de marzo “no están sirviendo para que la cosa mejore”.

A pesar de los anuncios hechos por la terminal para paliar la situación, los autopatronos mantienen que hay una serie de causas que hacen imposible que esas medidas surjan efecto.

Acusan a la terminal de una “pésima previsión” ya que aseguran que la estibadora conocía desde hace tiempo la llegada de nuevos clientes, cosa que ha provocado también una “escandalosa falta de maquinaria”. Además, desde Transcont denuncian que es la propia terminal la que prioriza la atención al buque frente al camión y tachan de “irresponsable” a la propia terminal al “admitir más trabajo del que puede gestionar”.

Todo esto provoca esas esperas de más de tres horas, según los transportistas autónomos, y consecuentemente “un aumento en el consumo del gasoil” y una “perdida de viajes”, lo que reduce los ingresos de esos autónomos, además de una “demora en la prestación del servicio al cliente”, lo que supone una “penalización para el conductor” y un “aumento del estrés”.

En ese comunicado, Transcont hace una llamamiento tanto a navieros como a transitarios y consignatarios “para que sean conscientes del pésimo servicio que se está dando a los clientes, como consecuencia de la pésima gestión del trabajo”. “Los clientes deberán valorar las consecuencias -continúa el comunicado- de que sus mercancías lleguen con retrasos importantísimos”.

“Tanto reducir costes implica dar un servicio nefasto y provocará un efecto rebote, además de mostrar una pésima imagen del puerto de Valencia frente a los clientes finales”, concluyen.

Fuente: http://www.veintepies.com/